Consejos para una colada óptima

Hoy toca… ¡hacer la colada! ¿Cuántas lavadoras pones a la semana? ¿Has pensado en el tiempo que inviertes lavando, colgando, doblando…? A quien no le encantaría tener una habitación exclusiva para la colada, ¿verdad? Pero, no somos muchos l@s afortunado@s y tenemos que adaptarnos a los espacios disponibles.

Hoy te voy a dar unos cuantos consejos para que puedas optimizar tus espacios, para que recuperes tu tiempo y ahorres dinero.

Ropa sucia:

Lo primero que tienes que hacer es asignar un lugar en la casa donde todos los miembros de la familia depositen la ropa sucia. Yo te aconsejo que sea el mismo para todos y evites un cesto en cada habitación. De esta manera tendrás toda la ropa sucia junta y podrás planificarte mejor, evitando perder el tiempo haciendo un «tour» habitación por habitación buscando ropa blanca, negra o de color, para llenar la lavadora. Lo ideal es que el cesto de la ropa sucia esté cerca de la zona de lavado, pero a menudo, tenemos la lavadora en la cocina, en una galería exterior o en un espacio comunitario. En estos casos, un buen lugar puede ser el baño.

Busca un cesto adecuado a tu espacio, necesidades y acorde a la decoración del espacio elegido. Los puedes encontrar de diferentes materiales, colores, tamaños e incluso apilables para separar colores y con ruedas para facilitarte el desplazamiento.

También vas a necesitar un cesto más pequeño para trasladar la ropa de la lavadora al lugar de secado. Este lo puedes guardar en el mismo espacio que tengas los productos para el lavado, junto a las pinzas de tender la ropa.

Si eres de las personas afortunadas que cuentan con una habitación para la colada, puedes tener varios cestos para separar la ropa por colores y así ganarás tiempo al poner tus lavadoras.

Productos y complementos:

1. Pon todos los productos y complementos para el lavado en una mesa.
2. Separarlos por categorías: jabón, quitamanchas, pinzas, cepillos, bolsas para lavado…
3. Descarta los que estén caducados, en mal estado, vacíos o ya no uses. ¿Cuántos tienes repetidos?
4. Busca un espacio adecuado para almacenarlos. Lo ideal sería que estuvieran cerca de la zona de lavado.
5. Guárdalos en cajas, separados por categorías y, a ser posible, en vertical.

De esta manera vas a delimitar el espacio del que dispones para cada categoría y:

• Evitarás derrames
• Verás todo lo que tienes a primera vista y no perderás tiempo buscando
• Ahorrarás dinero evitando comprar productos que ya tienes.

Para guardar todos estos productos, encontrarás todo tipo de cajas: individuales y con separadores, altas para contener botellas y bajitas para los trapos, estropajos o cepillos y con ruedas para los espacios de difícil acceso.

Secado de la ropa:

Lo ideal es poder tender la ropa al sol para que se ventile y no se arrugue, pero no siempre es posible y tenemos que recurrir al secado a máquina o a tendederos de interior. Si tiendes la ropa, a continuación, te explico el sistema que utilizo yo para optimizar al máximo el tiempo e intentar que se arrugue lo mínimo posible.

1- Primero cuelga las prendas más gruesas en la parte más alta o la más ventilada (alejada de la pared), a continuación, las camisetas, camisas, blusas y prendas más finas y deja para el final la ropa interior.

2- Aprovecha para tender los calcetines por parejas y así, cuando la recojas, ya los tendrás juntos y no perderás el tiempo a la hora de doblarlos.

Si tienes poco espacio, podrás encontrar tendederos plegables que podrás guardar con facilidad o incluso con cuerdas extraíbles que podrás aplicar en alguna pared de tu casa de forma discreta.

3- Cuando la descuelgues, hazlo en el mismo orden que la has tendido. De esta manera, en el fondo, te quedará la ropa más pesada, evitando que se arrugue la más delicada que pondrás encima de esta y, por último, la ropa interior y los calcetines emparejados.

4- Si usas la secadora, puedes poner en su interior bolas de lana para secado, evitan que la ropa se apelmace, no se arruga tanto y reducen el consumo energético.

5- Tanto si la cuelgas como si la secas en secadora, yo te recomiendo que, en cuando la recojas, la cuelgues (en el caso de que necesite ser planchada) o la dobles y la guardes en su lugar. Por un lado, evitarás que se arrugue y por el otro conseguirás no acumular montañas de ropa para doblar que te van a generar ruido visual y estrés. Cuanto más alta es la montaña, más pereza da ponerse con ella…Para doblar, te puede ser de utilidad una tabla de doblado para que te quede la ropa del mismo tamaño y encaje perfectamente en tus cajones o estanterías.

Y para acabar, intenta cambiar tu percepción de estas tareas…ponte unos auriculares con tu música preferida y tómatelo como un momento de desconexión. Como decía Mary Poppins…” con un poco de azúcar…pasará mejor”

ORGANIZADORA PROFESIONAL: MARTA VILAMAJÓ